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miércoles, 15 de junio de 2016




RELATOS DE GUERRA -TORMENTA EN LA ARENA CAP 1
ORCOS VS STORMCAST


 Un estruendo atronador en mitad  de la calma del desierto hacía alarmarse  a la horda orca acampada  entre los colmillos de piedra y arena. Entre la nube de polvo y casi a ciegas comenzaron a agruparse  al grito de WAAGH!!!



Un resplandor verde acompañado de  un rugido ensordecedor abría un portal  a escasos metros de su situación , la mayoria de ellos dieron un paso atras, sobresaltados, se miraban unos a otros, jamás habían visto algo semejante que criatura o enemigo les esperaba, solo los poderes del caos podían hacer algo semejante, pero no les resultaba familiar y les aterrorizaba el aspecto celestial que iba tomando la luz .


Un crujido descomunal hacía pitar los oídos durante los siguientes segundos, y como si de un dragón acorazado se tratase cons un prolongado murmullo metalico daba a relucir la silueta de el Lord Celestant, que hundiendo el mango de su Martillo celestial en el suelo, daba paso un numeroso grupo de seres de aspecto humano pero que nunca antes habían visto. Grandes corazas  y armas poderosas daban a entender su origen sigmarita y sus intenciones.
El jefe orco se rodeaba de su escolta personal, los orcos negros que sedientos de sangre e irabundo empezaban a disfrutar del sabor de la guerra. veinte guerreros orcos y otros tantos negros formaban a la carrera mientras la primera fila ponía el paso firme hacia el nuevo enemigo, ninguno podía resistir a probar esas nuevas criaturas e intentar incrustar sus grandes machetes en esas armaduras tan llamativas.

WAAAAAGHHH!!
Comenzo la carrera hacia aquella perfecta formación dorada que conforme se acercaba parecia crecer en tamaño. Los martillos golpeaban los escudos y una gran polvareda envolvio el choque de la primera carga contra estos brillantes guerreros, el resultado del choque auguraba un baño de sangre, estos seres eran realmente poderosos y sus martillos atravesaban los robustos torsos orcos como si se trataran de simples humanos y sus señores parecian haber sido tocados con algun don divino o deben contar con algun tipo de magia. La batalla había cogido un ritmo diferente a lo habitual, algo había cambiado, apenas 20 hombres parecían poder poner firmes a toda la horda local, y no solo eso, una extraña bestia con aspecto de dragón era  la montura de su lider, el tamaño hacía suponer que le costaría la vida a unos cuantos de ellos.

El majestuoso resplandor proyectaba la gigantesca sombra de Lord Celestant Montado en su Dracoth, como si se tratase de un manto invisible de honor y gloria. Se percibia que algo único unía a aquel poderoso lider con sus liberators, que como si fueran  un perfecto engranaje  se
colocaron en perfecta formación.
Con un gesto de desprecio a la vez que de autoridad indicó a los prosecutor que comenzaran su juego mortal.
Los orcos en mitad de la carrera miraron a lo alto, tres hombres acorazados con gigantesscas alas se alzaban con magnificencia en lo alto y tras reducir el vuelo comenzaron a lanzar ataques a la primera línea de pieles verdes que estupefactos chocaban contra la linea de escudos Stormcast.
El lider local, Gimz Matahermanoz, sangre de puño de hierro, contaba con una poderosa escolta que permanecían  tras el tumulto , espectantes al momento exacto de entrar en batalla, aquellos poderosos guerreros causaban bajas de manera desproporcionada y solo un líder como el podia tomar cartas en la situación.
zangreeeee!! grito exaltado un pielverde de las primeras filas de choque mientras arrancaba su descomunal cuchillo de la garganta de un librerator que se postraba de rodillas sin muestra alguna de dolor y como si de su sino se tratase.
Seguidamente un descomunal martillo hacia saltar en pedazos la cabeza de la bestia verde con un gesto de repugna  del capitán de los liberators que se erguía victorioso sobre varios de los cadaberes que yacían a su paso.
Los pieles verdes sufrían una baja detras de la otra  y eso hizo replantearse la batalla a varios de ellos que huían entre la polvareda .

Aquel descumunal choque de  fuerzas había hecho saltar trozos de metal y esquirlas a todos los que se encontraban en su radio de acción profiriéndoles cortes y entorpeciendo la vista por lo que el cuerpo a cuerpo se conviertio en una angustiosa tarea que les llenaba la boca de sangre y tierra a ambos bandos.
cuando la escolta entro en acción,  parecio que todo lo acontecido anteriormente no había tenido ninguna relevancia, los cascos dorados eran aplastados a su paso y los brillantes guerreros se convertían parte más de aquel desolador paisaje, las corazas no eran suficiente para parar aquellas debastadoras bestias verde.
La primera línea orca parecía haber sido destrozada por una carga de caballería, pero lo cierto es que los supervivientes se trabaron con la segunda línea produciendo un choque aún mayor.
La unidad stormcast parecía mermar en fuerzas por momentos, varios caídos hacían presagiar un fatidico desenlace, pero no venían solos, un gigantesco estantarte con un esqueleto como emblema se mostró entre los desordenados guerreros orcos que saltaban sobre sus contricantes abatidos. Lord Celestant hizo ademán de cargar, pero solo reafirmo su gesto de ataque hacia sus camaradas retributors a la vez que descargaba su poderoso Martillo sobre el tumulto incesante que derrotaba a sus hombres en su flanco derecho.

La magia envolvió aquellas alimañas verdes como si se tratase de un contagio energico de combulsiones y electricidad. Hizo explotar a varios de ellos. Mientras brotaba el resultado de dicho ataque, se entremezclaban los martillos y los cuerpos verdes que, hizo equilibrar la balanza de aquella carnicería una vez más .

Una mano verde gigante alzó a uno de estos acorazados guerreros haciendole explotar la cabeza en lo alto para que sus congeneres lo vieran a la vez que su exaltada compañía hacía caer a sus alados compañeros entre una maraña de brazos verdes, cuchillos y pisotones.
Aquel estridente ruido de corazas aplastándose era capaz de dar dentera al más avezado de los orcos , que prosiguío

La incesante derrama de sangre iba mermando en cuanto al grosor de la batalla, era menos el bullicio pero los golpes contra las armaduras y las salpicaduras parecían ganar volumen .

El definitivo ataque stormcast estaba formándose, el flanco izquierdo del Lord Celestant se encontraba vacío de vida, tan solo un capitán había conseguido sobrevivir de toda la unidad pero sin tregua alguna se impulsó junto a su señor hacia el nuevo frente que esta vez seria atacado por distintas partes haciendo caer a varios de ellos.
La continua refrega llegaría tarde o temprano a su fin, el lider local había sido gravemente herido y  los orcos parecian abandoar el lugar, aunque seguían cayéndo los dorados siendo cada vez un numero más reducido.

Matahermanos, encolerizado como un jabalí herido, lanzo un desafio a su montado enemigo que se abría paso acabando con todo ser verde que se interpusiera en su camino, mientras su bestia lanzaba dentelladas que sonaban como poderosos latigazos.


Los martillos caían uno tras otro sobre los craenos de aquellas bestias que, exahutas, trataban de huir de aquel barrizal de sangre y arena.
waaaaaahg- un grito irabundo del líder pielverde al ser atravesado puso fin a la contienda dejando una estela de sonidos metálicos y toses burbujeantes que con un  posterior silencio, daba por finalizada aquella sangrienta incursion.


Pero los orcos no tardarían en volver .....






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